Tuesday, November 4, 2008

Barack Obama mas allá de las elecciones

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“Y aun así hay hombres y mujeres que no utilizan la raza como una muleta, ni la discriminación como excusa para el fracaso”
Barack Obama

He disfrutado hasta la saciedad el libro “La audacia de la esperanza” del candidato Barack Obama. El texto nos trae un visión amplia y crítica entorno a la realidad y los diversos matices de la cotidianidad Estadounidense, apuntalando los diversos enfoques que tratan de dar respuestas a estos conflictos y la postura mesurada, sentada y amplia que sustenta el senador por Illinois entorno a los escabrosos temas que casi no se debaten con la seriedad y amplitud que merecen para encontrar salidas sabias y lejos de la politiquería.
Sin duda alguna, el tema que más me tocó es lo relativo a la raza, los estereotipos y las posibilidades reales, tanto de latinos como de afro-americanos, para dar un salto de calidad en esta sociedad, sustentados en tres elementos esenciales:

1)- Una legislación que abra caminos de acceso a nuestros hijos para mejorar la calidad educativa. Para llegar hasta esa aspiración es necesario profundizar leyes como acción afirmativa, que nos permita como grupos minoritarios, generar mas doctores en matemáticas, ciencias y tecnología;

2)- Mayor acceso de las minorías a puestos de trabajo con responsabilidades gerenciales para las cuales estemos calificados (estos dos puntos sin medrar las oportunidades de otros grupos étnicos);

3)- Mayor responsabilidad de los Padres y Madres en la crianza, vigilancia y acompañamiento de nuestros hijos en su desarrollo.
Barack dice en su libro “También deberíamos estar de acuerdo en que la responsabilidad de paliar esa diferencia (lo relativo a la discriminación racial) no corresponde solo al gobierno. Las minorías a nivel individual y colectivo, también son responsables de ello” y nos dice mas adelante “Las instituciones comunitarias, en especial la iglesia históricamente negra (yo agrego también las Latinas), tienen que ayudar a las familias a inculcar de Nuevo en los jóvenes la reverencia por el éxito académico, animarlos a adoptar un estilo de vida mas saludable y revigorizar las normas sociales tradicionales sobre las virtudes y obligaciones de la paternidad”.

Este pensamiento de Obama, nos planea una visión mucho más allá del asistencialismo gubernamental y deja claro, que el éxito personal requiere del apoyo gubernamental, sobre todo para aquellos sectores con evidentes desventajas históricas; pero que todo el apoyo del gobierno es poco o nulo, si no estamos convencidos de nuestra responsabilidad personal y no incorporamos a nuestra intima convicción que nuestros hijos tendrán mas obstáculos para alcanzar sus sueños, mismos a los que tienen derecho, si los padres no asumimos con la entereza y la disciplina requeridas, el apoyo emocional, afectivo y cotidiano de nuestros vástagos.

Superar las dificultades personales y sociales va a requerir de una combinación acertada entre las políticas públicas y sociales impulsadas por el Nuevo gobierno, pero sobre todo va a requerir de una profunda convicción de los grupos minoritarios de que es posible dar un salto de calidad, superar los subyacentes conflictos inter-étnicos y avanzar en la dirección de hacer mas habitables nuestros vecindarios.
Esa tarea no será nada fácil, pero con la amplia red de organizaciones comunitarias ya existentes, un canal cada vez mas amplio de comunicación inter-étnico y el apoyo legislativo y presupuestario del ejecutivo, será cuestión de tiempo, trabajo, visión y tolerancia, para llegar a Puerto seguro, pues como dice Obama “ En ninguna parte está escrito que la historia se mueva en línea recta..”



Por: Samuel Sanchez

Thursday, May 8, 2008

HAITI, GALLETAS DE BARRO Y LA SOLIDARIDAD AHORA

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El hambre está llegando a niveles de epidemia en la vecina Haití, el aspecto mas dramático lo evidencia el hecho de que en zonas de la meseta central del país (ciudad del Sol) la gente está comiendo en estos momentos, GALLETAS DE BARRO o “picas”.
Según un informe de Stephen Lendman del Centro para las Investigaciones sobre Globalización “es un desesperado remedio haitiano hecho de barro seco amarrillo”. Para lograr ese ¿“alimento”? “mezclan barro, sal y aceite vegetal, es de una consistencia suave, pero la mezcla se deshace tan pronto se toca con la lengua… una dieta de galletas de barro causa desnutrición severa, dolor intestinal y otros efectos dañinos por toxinas potencialmente mortales y parásitos”.
Esta realidad es espantosa para el continente y es motivo suficiente para que los dos candidatos presidenciales con mayores posibilidades electorales en la República Dominicana (la parte este de la isla Quisqueya que compartimos con Haití) pongan de lado la politiquería y las mezquindades “propias” de la contienda electoral y se preocupen seriamente ante este cuadro. Haití, requiere de la solidaridad internacional sin más premura y los dominicanos, tenemos que motorizar toda acción que sintonice a la comunidad internacional frente a esta realidad y lejos de cualquier disparate “nacionalista”.
Los haitianos son nuestros hermanos y lo serán por el resto de la vida; además no pueden tirarse a la mar y por consecuencia tendremos que darle acogida a un numero imprevisto de vecinos, si la comunidad internacional no prioriza la situación haitiana y viabiliza ahora el acceso a alimentos en una primera etapa (es decir ahora) y un plan sustentable y serio de crecimiento interno que desactive una explosión social que puede tener consecuencias inimaginables.
La otra cara de la misma moneda y en sintonía con la carestía de alimentos a nivel mundial, es la necesidad de que la República Dominicana recupere el camino de la producción nacional y la auto-suficiencia alimentaria y olvide el modelo neo-liberal que ha destruido la industria nacional y la producción agrícola local.
Una realidad insoslayable como la descrita, requiere de una profunda reflexión de los grupos de poder y las organizaciones políticas que tienen mayor gravitación en la sociedad dominicana. Esta realidad obliga a dejar de lado posiciones megalómanas, egocéntricas y comportamientos autoritarios, para finalmente estar al servicio del bienestar colectivo.
Quien gane las elecciones no puede imponer sus caprichos por encima del sentido común como ocurrió con el metro y sí entender que la coyuntura es decisiva para sembrar ahora la producción agrícola necesaria para los próximos años.
Debemos hacer una seria y profunda reflexión sobre el problema del desabastecimiento de productos básicos en Haití, la alarma mundial por la escasez creciente de alimentos sobre todo granos, cereales y lácteos y la necesidad de recuperar nuestra autosuficiencia alimentaria por lo menos con productos de ciclo corto y que respondan a la canasta básica de alimentación.
Debemos colocar esta realidad por encima de la coyuntura electoral y politiquera y dar categoría de política de Estado a este desafió, pues de lo contrario, sobre nosotros se ciernes situaciones sumamente difíciles de las cuales no podremos culpar a nuestros vecinos como regularmente ocurre cuando nos llegan las desgracias.



Por: Samuel Sanchez

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