El Presidente Dominicano Dr.Leonel Fernández propugnó recientemente por el cambio del modelo económico neo-liberal que se aplica en el país caribeño.
Según sus reflexiones “el crecimiento macro-económico no se ha reflejado en la reducción de la pobreza”, es oportuno señalar que el Presidente no ha descubierto el helado en palitos, pues incluso el PNUD y otros organismos internacionales vinculados con el desarrollo humano, han producido suficiente documentación sobre las causas del fracaso del modelo neo-liberal, como vehículo para reducir la pobreza, elevar los puestos de trabajo y distribuir el PBI de manera mas equitativa.
Durante la campaña electoral, el entonces candidato, estableció que el neo-liberalismo había fracasado; después de 16 meses de ejercicio gubernamental, propone “un modelo de crecimiento económico sostenible” y que define como “post populista y post neo-liberal”.
Ahora vamos al debate.
Las bases sobre las cuales se sustenta el modelo socio-económico, no se han tocado durante el período de gobierno de Dr. Fernández, todo lo contrario, esas bases se han ampliado. Para muestras veamos: 1- la reducción de la intervención del Estado en el control de la economía; 2- La privatización de los bienes públicos; 3- El aumento del intercambio comercial desigual con la entrada en vigencia del DR- CAFTA;4- Como consecuencia del punto anterior, el abandono de nuestra soberanía alimentaría permitiendo a las transnacionales la entrada masiva de productos subsidiados que en pocos días invadirán el mercado nacional; 5- El estimulo de la inversión privada y pública en áreas no productivas;6- El aumento del impuesto a los bienes industrializados –ITEBIS- de un 8 a un 24 % progresivamente, pero además la inclusión de productos de la canasta familiar básica que hasta ahora estuvieron exenta del mencionado impuesto.
A todo esto debemos agregar el aumento desproporcional de los privilegios de la casta partidaria que hace con el poder todo, menos pensar en el compromiso patriótico con el bienestar colectivo.
Amplios sectores nacionales ven estas propuestas del Presidente Fernández como delirios de alguien que vive en una burbuja, muy lejos de la realidad cotidiana.
Pero más, señor Presidente, hay coherencia entre proponer un cambio del modelo neo-liberal y salir a la caza (casi desesperada) de los sectores políticos y económicos que se han servido del mismo?
Pensar con sinceridad en un cambio del modelo económico-social implica repensar la política exterior, revisar las posturas frente al DR-CAFTA, priorizar acuerdos económicos con nuestros pares en el Caribe ingles y francés,; pero además proponer acuerdos comerciales sensatos que estimulen el crecimiento interno y que abaraten los precios de producción que nos garanticen la auto-suficiencia alimentaría.
Desde mi punto de vista, ese cambio post populista y post neoliberal que propone el Dr. Fernández, tiene que tomar en cuenta formulas sensatas, creíbles y practicables para estimular el desarrollo industrial. Se que ya algún amigo neo-liberal está pensando que estamos en la era post industrial y que por lo tanto, mi propuesta de impulsar políticas para el desarrollo industrial de la República Dominicana, está fuera de tiempo. Le recuerdo que nosotros, como sociedad no hemos alcanzado un grado de industrialización significativa que nos permita pasar a la era post industrial. Por lo tanto, nosotros tenemos mucho por hacer.
Este cambio debe responder a un plan a largo plazo que involucre a amplios sectores nacionales afectados profundamente por la aplicación del modelo que hoy cuestiona el Dr. Fernández. Estos sectores deben ser: industriales nacionales, productos avícolas, porcinos, vacunos, arroceros, granaderos etc. Pero además y sobre todo, los trabajadores, campesinos y organizaciones populares que se mueven a lo largo y ancho de los 48 mil kilómetros cuadrados de la media isla.
Romper con el actual modelo de desarrollo implica tomar efectivamente un “nuevo Camino”.
Por: Samuel Sanchez
Según sus reflexiones “el crecimiento macro-económico no se ha reflejado en la reducción de la pobreza”, es oportuno señalar que el Presidente no ha descubierto el helado en palitos, pues incluso el PNUD y otros organismos internacionales vinculados con el desarrollo humano, han producido suficiente documentación sobre las causas del fracaso del modelo neo-liberal, como vehículo para reducir la pobreza, elevar los puestos de trabajo y distribuir el PBI de manera mas equitativa.
Durante la campaña electoral, el entonces candidato, estableció que el neo-liberalismo había fracasado; después de 16 meses de ejercicio gubernamental, propone “un modelo de crecimiento económico sostenible” y que define como “post populista y post neo-liberal”.
Ahora vamos al debate.
Las bases sobre las cuales se sustenta el modelo socio-económico, no se han tocado durante el período de gobierno de Dr. Fernández, todo lo contrario, esas bases se han ampliado. Para muestras veamos: 1- la reducción de la intervención del Estado en el control de la economía; 2- La privatización de los bienes públicos; 3- El aumento del intercambio comercial desigual con la entrada en vigencia del DR- CAFTA;4- Como consecuencia del punto anterior, el abandono de nuestra soberanía alimentaría permitiendo a las transnacionales la entrada masiva de productos subsidiados que en pocos días invadirán el mercado nacional; 5- El estimulo de la inversión privada y pública en áreas no productivas;6- El aumento del impuesto a los bienes industrializados –ITEBIS- de un 8 a un 24 % progresivamente, pero además la inclusión de productos de la canasta familiar básica que hasta ahora estuvieron exenta del mencionado impuesto.
A todo esto debemos agregar el aumento desproporcional de los privilegios de la casta partidaria que hace con el poder todo, menos pensar en el compromiso patriótico con el bienestar colectivo.
Amplios sectores nacionales ven estas propuestas del Presidente Fernández como delirios de alguien que vive en una burbuja, muy lejos de la realidad cotidiana.
Pero más, señor Presidente, hay coherencia entre proponer un cambio del modelo neo-liberal y salir a la caza (casi desesperada) de los sectores políticos y económicos que se han servido del mismo?
Pensar con sinceridad en un cambio del modelo económico-social implica repensar la política exterior, revisar las posturas frente al DR-CAFTA, priorizar acuerdos económicos con nuestros pares en el Caribe ingles y francés,; pero además proponer acuerdos comerciales sensatos que estimulen el crecimiento interno y que abaraten los precios de producción que nos garanticen la auto-suficiencia alimentaría.
Desde mi punto de vista, ese cambio post populista y post neoliberal que propone el Dr. Fernández, tiene que tomar en cuenta formulas sensatas, creíbles y practicables para estimular el desarrollo industrial. Se que ya algún amigo neo-liberal está pensando que estamos en la era post industrial y que por lo tanto, mi propuesta de impulsar políticas para el desarrollo industrial de la República Dominicana, está fuera de tiempo. Le recuerdo que nosotros, como sociedad no hemos alcanzado un grado de industrialización significativa que nos permita pasar a la era post industrial. Por lo tanto, nosotros tenemos mucho por hacer.
Este cambio debe responder a un plan a largo plazo que involucre a amplios sectores nacionales afectados profundamente por la aplicación del modelo que hoy cuestiona el Dr. Fernández. Estos sectores deben ser: industriales nacionales, productos avícolas, porcinos, vacunos, arroceros, granaderos etc. Pero además y sobre todo, los trabajadores, campesinos y organizaciones populares que se mueven a lo largo y ancho de los 48 mil kilómetros cuadrados de la media isla.
Romper con el actual modelo de desarrollo implica tomar efectivamente un “nuevo Camino”.
Por: Samuel Sanchez
