Thursday, August 16, 2007

Vía Electoral, Práctica Ciudadana y Reforma del Estado en República Dominicana [Parte1]

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Es interesante la reacción de la gente en las paradas dominicanas que se realizan en la ciudad de Nueva York cuando el folklorista Isaías Amaro arrastra tres féretros que simulan el entierro de las organizaciones políticas responsables del descalabro y la inseguridad que hoy padece la República Dominicana.
El ingenioso Isaías denuncia a través de esta simbología los niveles de parentesco en las prácticas políticas de las cúpulas del PLD, PRD, PRSC, la podredumbre que representan y su “capacidad” para moverse “convenientemente” de un lado a otro dependiendo del lugar donde su “inversión” tenga mayor seguridad y ganancia.
La reacción de la gente ante la curiosidad del folklorista de Santiago es interesante: aplausos, apoyo, risas; pero esta alegoría debe generar en nosotros una seria reflexión en torno a la necesidad de un cambio y cuestionar la fe que todavía tienen algunos en este tipo de partidos.
Es clara la necesidad de sepultar esas cúpulas partidarias que se garantizan impunidad entre sí a cambio de aumentar sus cuentas bancarias a costa de la salud, la alimentación, la educación y la seguridad del ciudadano. Amplios sectores nacionales de todo el espectro social, económico e incluso de los grupos medios y de base de los propios partidos cuestionados, saben que la sociedad dominicana no resiste mas desvergüenza y que es hora de un cambio profundo y radical que de paso a la refundación del país.
¿Pero que debemos hacer para dar el salto de calidad que requiere la sociedad dominicana del siglo XXI?
Pienso que debemos empezar de lo pequeño a lo grande y se me ocurren dos pasos:1)-La aptitud de cada uno frente a la corrupción (cuestionar hasta los tuétanos las fortuna de los dirigentes políticos salidas de un sombrero); 2)-demandar de los empleados públicos cumplir con su trabajo sin recibir sobornos (no ofrecer ni aceptar soborno alguno). El servicio público no debe ser una vía de acumulación de dinero, quien ofrezca sus conocimientos y capacidades al Estado, debe sujetarse al salario y las condiciones establecidas por la ley y bajo ninguna circunstancias aceptar comisión alguna por debajo de la mesa, pues de detrás de cada “regalo” de un contratista o empresario, hay una sobre valuación en compras, obras públicas etc. que pagan los votantes.
Por lo tanto es una responsabilidad individual poner fin a la práctica de sobornar y aceptar soborno. No veamos como normal que un funcionario acepte o solicite soborno, empecemos por ahí.
No paguemos para que nos dejen pasar la maleta en el aeropuerto sin ser chequeada, solo llevemos las cosas que la ley permite y que los funcionarios aduanales cumplan con su trabajo.
No paguemos sobornos para agilizar documentos en ninguna oficina pública, hagamos las filas requeridas y vayamos con tiempo necesario a realizar nuestras gestiones.
Demandemos eficiencia de los burócratas estatales, hagamos lo que sea necesario para tener una atención de calidad, pero bajo ninguna circunstancias, estimulemos el cohecho y la burla.
Debemos exigir que cada candidato no importar el partido, nos explique como acumuló su fortuna; con qué abonó los pesos para tener una cosecha tan prospera como la que exhiben muchos. No debemos ver correr el dinero y voltear la cara, eso nos hace cómplices por omisión. Una apreciada amiga, dirigente de uno de los partidos mencionado, me dijo que quiere ingresar a una fe religiosa, pero que mientras esté en política, su conciencia no le permite entrar porque es imposible no mentirle a la gente. También me dijo que sabe que su organización está llena de traviesos, pero que no veía un cambio a corto plazo.
Construir un nuevo modelo profundamente democrático en la República Dominicana, lleva implícito hacer conciencia de los desmanes que denuncia Isaias con su comparsa y esa elevación de la conciencia social, empieza por romper críticamente con el PLD, PRD y PRSC. Estas organizaciones no son reformables, ahí no hay nada que hacer y la militancia crítica de esas organizaciones lo sabe. Los niveles de complicidad entre las cúpulas es tal que no dar curso judicialmente a los expedientes por corrupción se ha convertido en un pacto tácito. La denuncia de Isaias no debe quedar como una simple acción carnavalesca; sino como una profunda crítica política que genere reflexión colectiva y a su vez promueva la acción directa de la gente en la construcción social para superar las frustraciones de la gente. Debemos establecer una correspondencia coherente entre la vía electoral, otra práctica ciudadana y lograr un profundo cambio en la administración del estado y la aplicación de la ley.



Por: Samuel Sanchez

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